Astronomía de rayos gamma, estudio de los objetos y fenómenos astronómicos que emiten rayos gamma. Los telescopios de rayos gamma están diseñados para observar sistemas astrofísicos de alta energía, como coronas estelares, estrellas enanas blancas, estrellas de neutrones, agujeros negros, restos de supernovas, cúmulos de galaxias y la radiación difusa de fondo de rayos gamma que se encuentra a lo largo del plano de la Vía Láctea. Dado que la atmósfera terrestre bloquea la mayor parte de los rayos gamma, las observaciones se realizan generalmente con globos de gran altitud o con naves espaciales. En la década de 1960, los satélites de defensa diseñados para detectar rayos X y gamma procedentes de pruebas nucleares clandestinas descubrieron por casualidad enigmáticas explosiones de rayos gamma procedentes del espacio profundo. En la década de 1970, los observatorios en órbita terrestre descubrieron varias fuentes puntuales de rayos gamma, entre ellas una excepcionalmente potente apodada Geminga que más tarde se identificó como un púlsar cercano. El Observatorio de Rayos Gamma Compton, lanzado en 1991, cartografió miles de fuentes celestes de rayos gamma; también demostró que los misteriosos estallidos están distribuidos por el cielo, lo que implica que sus fuentes se encuentran en los confines del universo y no en la Vía Láctea. El telescopio espacial de rayos gamma Fermi, lanzado en 2008, descubrió púlsares que sólo emitían rayos gamma.