El cambio climático brusco es un tipo específico de cambio climático que puede producirse de forma natural o posiblemente como resultado de actividades humanas. En el cambio climático brusco, el sistema climático cambia rápidamente a un nuevo estado climático, generalmente en una escala temporal mucho más rápida que la escala temporal típica del forzamiento climático responsable del cambio. Esencialmente, el cambio climático abrupto es cualquier cambio súbito en el sistema climático que da lugar a un nuevo estado climático de forma mucho más repentina de lo que se espera para cualquier mecanismo responsable del cambio[1] El cambio climático abrupto suele ser sorprendente (no lineal), duro para los sistemas vivos (entre los que se encuentran las personas) y casi imposible de revertir[1] Muchos expertos temen que el cambio climático antropogénico pueda convertirse en un cambio climático abrupto, impactando dramáticamente en las personas de todo el mundo de forma negativa.
Aunque los forzamientos externos pueden provocar un cambio climático abrupto, no todos los cambios climáticos abruptos son forzados externamente. Algunos de estos cambios pueden ser inesperados y producirse como resultado de algún forzamiento fuerte y rápidamente cambiante que empuje el sistema climático de forma no lineal[2] Los cambios climáticos bruscos pueden afectar a una región, un hemisferio o incluso a todo el planeta[3] Una de las principales preocupaciones del cambio climático que se está produciendo actualmente como resultado de las actividades humanas es que los cambios que se están produciendo a un ritmo constante ahora podrían cambiar rápida y repentinamente el sistema climático de la Tierra. Este caso es preocupante ya que no hay una buena manera de predecir este cambio climático repentino, así como el hecho de que adaptarse a algún cambio repentino en el clima general de una región sería extremadamente difícil.
Tipos de cambios
Hay varias formas diferentes en las que podría producirse un cambio drástico y abrupto en el clima. A partir de las observaciones de los registros paleoclimáticos, hay cuatro tipos principales de cambios que, de producirse, supondrían riesgos importantes en cuanto a la capacidad de adaptación de la sociedad a dichos cambios. Esencialmente, si las actividades humanas están empujando el clima hacia algún tipo de cambio abrupto, son los siguientes cambios los que supondrían la mayor amenaza para la humanidad:[4]
- Cambios rápidos en la cantidad de hielo de los glaciares y las capas de hielo. El derretimiento de estas capas de hielo provocaría un aumento del nivel del mar, pudiendo inundar o sumergir pueblos y ciudades costeras. Además, la pérdida de estas capas de hielo y glaciares cambiaría el albedo de la superficie de la Tierra, modificando la cantidad de radiación solar entrante que se refleja y absorbe. Esto repercutiría aún más en los cambios de la temperatura media mundial.
- Cambios generalizados y a largo plazo en el ciclo hidrológico del agua en la Tierra. Dado que el agua es increíblemente importante para la vida en la Tierra, los cambios significativos en el lugar donde se encuentra el agua dulce y cómo se mueve tendrían un impacto significativo en la vida.
- Cambio abrupto en el flujo de agua cálida y salada en el Océano Atlántico.
- Liberación rápida de metano -un gas de efecto invernadero- atrapado en el permafrost a la atmósfera, lo que aceleraría rápidamente el proceso de calentamiento global.
Otros posibles cambios son:
- Acidificación de los océanos
- Cambios en la composición de los biomas
- Cambios en los niveles de carbono del suelo
Cambio climático actual
Una noción común que existe en torno al cambio climático es que el clima siempre está cambiando, por lo que cualquier cambio que se produzca en la actualidad no es diferente de los cambios climáticos naturales a lo largo del tiempo. Sin embargo, los cambios que se están produciendo actualmente en el clima son más acelerados que los anteriores. Este aumento comparativamente rápido de la temperatura global de la superficie y los cambios en los patrones climáticos pueden considerarse abruptos en comparación con los acontecimientos históricos.