Teorema de Bernoulli, en dinámica de fluidos, relación entre la presión, la velocidad y la elevación en un fluido en movimiento (líquido o gas), cuya compresibilidad y viscosidad (fricción interna) son despreciables y cuyo flujo es constante o laminar. Derivado por primera vez (1738) por el matemático suizo Daniel Bernoulli, el teorema afirma, en efecto, que la energía mecánica total del fluido que fluye, que comprende la energía asociada a la presión del fluido, la energía potencial gravitatoria de elevación y la energía cinética del movimiento del fluido, permanece constante. El teorema de Bernoulli es el principio de conservación de la energía para los fluidos ideales en flujo constante, o en línea recta, y es la base de muchas aplicaciones de ingeniería.
El teorema de Bernoulli implica, por tanto, que si el fluido fluye horizontalmente de forma que no se produzca ningún cambio en la energía potencial gravitatoria, entonces una disminución de la presión del fluido está asociada a un aumento de la velocidad del mismo. Si el fluido fluye por una tubería horizontal de sección transversal variable, por ejemplo, el fluido se acelera en las zonas estrechas, de modo que la presión que ejerce el fluido es menor donde la sección transversal es menor. Este fenómeno se denomina a veces efecto Venturi, en honor al científico italiano G.B. Venturi (1746-1822), que fue el primero en observar los efectos de los canales estrechos en el flujo de fluidos.