Tono combinado, en acústica musical, tono débil producido en el oído interno por dos tonos musicales que suenan simultáneamente. Dado que estos tonos son causados por el oído y no por la fuente externa del sonido, a veces se denominan tonos subjetivos o resultantes. Existen dos variedades: los tonos de diferencia (D) y los tonos de suma (S), generados respectivamente por el diferencial de frecuencia de los dos tonos o por la suma de sus frecuencias. Los más escuchados son los tonos de diferencia que se encuentran por debajo de los tonos originales; fueron descubiertos por el célebre violinista-compositor Giuseppe Tartini (1692-1770), que consideraba el “tercer tono” como un excelente medio para corregir las entonaciones defectuosas de los dobles registros del violín.
Los tonos combinados se escuchan cuando dos tonos puros (es decir, tonos producidos por ondas sonoras armónicas simples que no tienen sobretonos), que difieren en frecuencia en unos 50 ciclos por segundo o más, suenan juntos con suficiente intensidad. Otras formas de onda más complejas, como las producidas por las voces cantantes, también producen ocasionalmente tonos combinados.
Un fenómeno subjetivo similar, los armónicos auditivos, es el resultado de la distorsión del oído de un solo tono puro. Las distorsiones producen frecuencias en el oído que corresponden a múltiplos de la frecuencia original (2f, 3f, 4f,…), por lo que los armónicos auditivos tienen el mismo tono que los producidos externamente.